viernes, 26 de octubre de 2007

Maniquís

Ella tenía una blancura de artificio en su rostro

Estaba sentada en medio de su corte de amigas

En la vidriera cual maniquí se postró

Ante las declaraciones que subían como hormigas.


Hablaba de sus días como si sus palabras

Arrastraran su cruz, su amargura.

Contaba de noches macabras

Que irrumpieron sus sueños, su ternura.


Ella es el trofeo del amo de sus pesadillas

Más fuerte que el ajenjo

Esconde sus lágrimas en alcantarillas

Para no dar razones a rumores viejos…

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