domingo, 23 de marzo de 2008

Cartas que alguna vez fueron enviadas Nº3

Debo permanecer varios instantes en silencio, para que me sea permitido robar por segundos este secreto; que quiero verte, que me perturba tu esencia y que lamento decir, no puedo dejar de pensarte. Hoy declaré ante cierto personaje peludo que ambos conocemos que tuvimos que dejar partir lo que minuciosamente fuimos por el absurdo y simple motivo que al parecer no teníamos futuro… hoy, me encuentro extasiada de minúsculos recuerdos, particularmente porque mi hermano mayor fuma los mismos cigarros que tu, porque el póster donde se encontraba tu fotografía puesta se calló de mi cartelera y porque como alguna vez me dijiste: de repente sentí tu olor, ese particular olor que mezcla dulzura con nicotina (cuando digo dulzura, no me refiero a una cualidad cursi de tu personalidad, si no a tu perfume)… En fin, cerré los ojos y me encontré de nuevo en tu cama, cargada de miedo y con un sustito en la barriga que no me dejaba respirar y me volví a reír contigo y continué en repetidas ocasiones llamándote idiota y permití nuevamente que tu mano chocara con la mía y volví a cerrar los ojos y me volví a dejar llevar, porque contigo resulta bastante complicado no dejarse llevar… Debe ser por el feeling, no sé digo yo… O por la humillante razón de que necesitaba encontrarme con alguien como tú que causara tales estragos en mí como el que hoy día me carcome hasta cierto punto. Que debo mantener todo lo existente en silencio para que no se me escape ni un solo detalle de ese día.
Yo estoy consiente de que no tenemos futuro, pero en un utópico resultado creado por el plenilunio me gustaría pensar que por este maravilloso equilibrio en el desequilibrio podemos ser demasiado perfectos… Porque me encantas, es que de pana yo creo que si las circunstancias fueran otras, capaz y nunca nos hubiéramos conocido… “Resulta tan fascinante pertenecerte” como en otra oportunidad te lo comenté, no sé si lo que sentimos esas dos noches tú lo habías sentido antes, pero la verdad yo jamás lo había sentido, tanta química, tanto feeling que me llevó a tomar posiciones que nunca había optado y si te digo algo muy personal… Tú también eres parte de un grupo muy categórico de mi TOP jejeje… Lastima que mi cobardía solo logró que todo terminara…

Besos:

Gio….
Preparo mi vida frente al espejo
Ella esta mirándome desnuda, tras de mi…
Toma mi vida y yo me quiero dejar llevar con cuidado
Como una quinceañera que entrega su virginidad al príncipe que baila el vals.
Si lo hiciera ella sería princesa,
La música de su voz me atrapa…
Por fin me dejo llevar seré perfecta, una princesa…



Giovannina Rodríguez


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El cuento de un pana, que nunca dejará de impactarme...

Matanza de Personas, por lo General Indefensas
Matanza de Personas, por lo General Indefensas A todas las personas que cayeron y se hicieron víctimas del sin sentido


Aquí empezó Lo conocí a los tres años en un parque cualquiera de la ciudad. Yo un niño con rasgos árabes, él, un muchacho moreno de nacionalidad Iraní. Después de un tiempo de estarnos viendo la cara constantemente, le di mi nombre para ver si llegábamos a jugar carritos algún día, también me atreví a preguntarle el de él: - Hola ¿cómo te llamas? dije al momento que estiraba la mano para auto presentarme- me llamo Saleh - Hola me dijo tímidamente Me llamo O, O, Omar. Así empezó nuestra amistad, un simple choque de manos, una sonrisa, esa cualquier cosa que sirven a los niños para entablar amistad. Al pasar el tiempo los juegos cambiaron y los encuentros se incrementaron. Desde luego, pasaban cosas a nuestro favor, por ejemplo a los seis años de edad me mudé a dos cuadras de su casa, la misma urbanización, la misma escuela. Esto ayudó para que nos relacionáramos mejor, luego la cercanía y el permanente ser de la complicidad nos hizo un dúo inseparable. La primaria paso con sus abundancias y carencias, con las maldades y crueldades propias de esas tiernas y abominables criaturas que suelen ser los delicados y desprejuiciados niños. Tuvimos que sortear las intenciones de los adultos, escapar por los caminos verdes de la mentira, combinar bobadas con actos inteligentes, en fin, vida de chamo. En el liceo caíamos mal, casi todas las personas del salón intentaron aplicarnos una de racismo, no concordábamos en ideas, palabras, entre otras cosas, además el maldito chalequeo con aquello de turcos del c..., Árabes terroristas Generalmente las personas solían excluirnos de sus grupos, huían de nosotros, siempre que podían nos dejaban solos. Pero que va, no prestábamos mucha atención pues juntos conformábamos un comando fortalecido y presto a operar ante cualquier circunstancia. A mitad del segundo lapso de octavo grado se presentó la noticia: - Saleh me tengo que ir para Irak, dijo Omar, la situación económica acá no va bien, los negocios no resultan, además, mi padre debe hacerse cargo de la familia de un tío que murió. - No juegues Omar le dije sin creerle- - No estoy jugando dentro de una semana me tengo que ir replicó con tristeza- es inevitable - ¿Por qué? pregunté mientras aguantaba las ganas de llorar - Vamos a caminar al parque - me dijo él. - Sí vamos le repliqué. - Me voy porque como te dije antes, mi papá tiene problemas con los negocios, además, toda mi familia esta allá, ya sabes, ahora las cosas cambiaron, mi tío murió por una de esas causas inexplicables mi padre debe hacerse cargo de los huérfanos, así está establecido en el libro. - Pero eso no es justo - proteste con un aire de nostalgia. - Nada es justo, nada es injusto, es la vida - respondió él. Desde aquí Bueno, así fue transcurriendo el tiempo que faltaba hasta el día de su partida. En esa despedida hubo lo de costumbre: llanto, suspiros, maletas, lo que no podía faltar, consejos y bendiciones. - Chao Saleh, cuando llegue te llamo dijo. - Sí, espero tu llamada le respondí. Días de llanto, ganas de explotar, no comer, pasarla sumamente mal, maldecir a todos los santos existentes en los planetas y puntos circunvecinos. Pero como todo, después quise olvidarme del problema, obviamente no pude. Intentaba estar pendiente de mis estudios, entrar en el conjunto, acercarme a las personas que me rechazaban. Nunca me sentí tan solo, nunca intenté relacionarme más, ser aceptado era vital. Ninguno de mis compañeros de clases me caía bien, pero daba igual, esta sociedad es así, tienes que encajar en un grupo te guste o no, si no te gusta puedes asumir las consecuencias. Juro que hice el esfuerzo, deseaba encajar, ser uno más. Un septiembre sucedió lo de las Torres Gemelas, después acabaron a Afganistán, a mí casi me vuelven loco, hasta los profesores me llamaban Hijo de Bin Laden . La palabra terrorismo se llegaba hasta mi pupitre, rebotaba en el lápiz, me acompañaba al ciber, sentía que era sospechoso, hasta que le dejé de parar bolas. Una tarde me senté a ver la TV. CNN en español daba su dosis de Guerra contra el terrorismo anunciaban la guerra del gobierno norteamericano contra Saddam, había que bombardear al gobierno de Hussein, aniquilar al eje del mal, en verdad que era una vaina como de comiquitas, una broma macabra en vivo y directo: los tanques y los soldados, los aviones y los portaviones, el drama de los voceros de la Casa Blanca y la ridícula posición de la ONU. - Ojalá que no pase nada y que sólo llegue hasta aquí, hasta las amenazas dijo mi madre que pudo observar desde la cocina la información que salía expulsada de la boca de Bush. - Esperemos mamá, Dios te oiga respondí mientras me llegaba a la cabeza la imagen de Omar aquel primer día en el parque- Estuve varios días nervioso, intenté comunicarme con Omar por la internet, pero todo fue en vano. Hasta que desesperado, salí de mi casa y me dirigí hacia un centro de telecomunicaciones. Marqué el código, llamé de larga distancia. Después de saludarlo le dije: - Chamo, esto de la guerra me tiene muy preocupado, sí, lo del ataque va a ser para mañana según la tele. - Sí, acá hay preparativos, la cosa esta grave, estamos haciendo lo posible para que mi familia busque los me... Se corta la llamada, salgo de la cabina, cancelo el tiempo que estuve hablando, camino un rato para reflexionar que fue lo que pasó, decido irme a la casa. Llego, abro la reja principal, luego la puerta de madera, entro, veo en la tele: - Contra el terrorismo Información de última hora, el ataque que iba a realizarse a tempranas horas del día de mañana se adelantó para hoy. Hace instantes acaban de ser atacadas varias de las ciudades más importantes de Irak, todavía no se ha confirmado el número de víctimas. Todavía no se confirma el número de víctimas, el teléfono de la casa de Omar no tiene número, soy el trece de la lista del quinto año C, Omar era el veintiuno de Octavo B. Al sumar los muertos, porque siempre se suman los muertos, no encuentro en que parte quedé, quedó, quedamos…

Andrés Perdomo.

Cartas que alguna vez fueron enviadas Nº2

Podría en estos momentos, empezar a hacer algo interesante, podría escribir un libro o algún buen poema. Podría escribir de ti, de que te extraño, que deseo verte con locura… Pero la verdad no haré nada de esto, solo me desahogaré, solo diré que quiero huir, huir de mi, de lo correcto, de estas ganas de sentir tus besos, sentir que me tocas, sentir de repente que soy tuya… ¡Estoy harta! De quemar mis ganas en el papel… Exactamente de eso quiero huir, de tener que aguantarme las ganas de matar a uno que otro personaje q me estorbe, de aguantarme las ganas de hacer el amor contigo, es tan difícil pues aunque tu no lo notes, aunque te pongas a ciegas tu has sido el primero, el primero que mata mis miedos, que mata los tabúes existentes en mí, mataste incluso a mi propia muerte andante y eso me seduce, resulta hasta adicctivo, podría dejar de comer por semanas pero no el placer de estar contigo. Quiero que regreses, que me vuelvas a mirar como lo hacías antes, eso me hacia sentir tan bien… Tan felíz, ya ahora pueden pasar días en los que ni siquiera me miras y eso me hace sentir tan vacía…. ¿Cómo puedes olvidar besarme grande después de días sin haberlo hecho? ¿Será que te aburrieron mis besos? ¿Por qué carajo entonces yo no me puedo aburrir también? Porque todavía sigo creyendo, como un infante que cree en sus sueños que cuando me veas me vas a tomar fuerte del brazo y me dirás: “Vamos a escaparnos”… Nunca lo haces, antes solías hacerlo sin palabras solo me besabas y me empujabas a una habitación para que nadie nos estorbara, incluso el día que la selección de fútbol a la que tanto idolatras estaba jugando en nuestra ciudad quisiste que escapar conmigo…

No se como explicar lo que siento… (En realidad nunca he sido inteligente con las palabras, por algo como dices tu debo conformarme con publicar lo escribo en un blog que nadie va a leer, porque nadie me va a leer… En eso tienes razón.) en lo que estaba, no se ponerle nombre ni sentimiento a lo que pienso o siento, podría ser que estoy molesta, aturdida, triste, muy triste o podría decir que estoy enamorada de ti y que creo en ti como en un príncipe pues… Que tengo ciertas expectativas de ti que no son ciertas… (Eso podría ser un problema) Pero la verdad prefiero seguir soñando… Y seguir esperando hasta que las piernas se me cansen y me caiga y me dé duro, te amo más de lo que yo misma ni pensé amarte… Pero lo hago y solo espero que tú me demuestres que también me amas…


Esperándote:

Giova.

Cartas que alguna vez fueron enviadas...

Me refugio entre los acordes, de una guitarra un tanto desafinada, escucho temas en voces polifónicas que me trasladan a tus momentos, escuchos tus canciones, me las se de memoria… Así como de memoria me sé tus gestos, tu risa, tus besos, hasta tu tono de voz, se lo que me dirás y como me lo dirás, escucho sinfonías entonadas por la filarmónica de tus recuerdos…No se como salirme de este concierto, Quisiera salir corriendo y gritarle al mundo lo que hoy siento, gritarles que te quiero, que tu me quieres, que ambos hemos creado en nuestros sueños una fantasía en la que podemos salir a las calles tomados de mano, en la que te beso bajo la lluvia y una orquesta de violines entonan nuestras canciones… Porque, ¿lo recuerdas? “ si te quiero es porque sos mi amor” como dice un poema de Benedetti, el mismo que me gusta leer entre líneas cuando tu le pones melodía, Me llamaste y descubrí las muchas cosas en común que hoy tenemos… Pero, ¿las tendremos para siempre? ¿Afinare tu vida y la mía y será que vale la pena? Te miro en el fondo de pantalla de mi ordenador y me gusta cuando callas porque estas…Como ausente, y me oyes desde lejos… y mi voz, no te alcanza… Tal vez son los rones, tal vez el recuerdo, tal vez sea Neri Per caso… No se que me ocurre pero hoy te extraño…

como las hojas secas

A: Kenia Sequera


Verás el anochecer en los andenes del destino.
Platicarás del camino con uno que otro peregrino
Yo escribiré a cada instante melodías…
¿Partirás en la noche?
¿Llegarás con los días?
… Me sentaré a esperar a que llames
Para que me cuentes lo bien que la estás pasando,
Al colgar, explicará el silencio que bien extrañarte no hace tanto daño…
Mientras veas el anochecer en los andenes,
Yo, en la estación esperare tu regreso…

Giovannina Rodríguez

Descarga #1

Se sumergen en susurros nuestras voces.
Se hunden en lo oscuro aquellos rezos
Aspiro y somnolienta te pienso.
Tengo tantas ganas de entender el mundo
Fundida junto a tu sitio en la cama.
Pero tu te olvidas que yo normalmente, sabes?
De vez en cuando suelo ser mujer…
Pero tu mano y la imagen en tu pared
Puede saciar tu necesidad…
Que lastima que yo no tenga esa capacidad…